La recolección del orégano es un momento crucial para asegurar su sabor y calidad. Suele recolectarse en verano, cuando la planta ha florecido, en nuestra zona sobre el día de San Lorenzo (10 de agosto) . Aquí tienes algunas pautas para realizar una recolección adecuada:

1. Tiempo de recolección: El momento óptimo para recolectar el orégano es cuando las flores están completamente abiertas, pero antes de que comiencen a marchitarse. Esto suele ocurrir a mediados del verano, generalmente en julio.

2. Debe recolectarse la parte aérea una vez que la planta ha fructificado para que las semillas formadas caigan al suelo y favorezcan la siguiente generación.

3. Herramientas adecuadas: Utiliza tijeras de podar limpias y afiladas para cortar los tallos del orégano. Asegúrate de desinfectar las herramientas antes de su uso para evitar la propagación de enfermedades.

4. Selección de hojas: Corta las ramas superiores del orégano, ya que suelen tener las hojas más tiernas y sabrosas. Evita cortar demasiado cerca de la base de la planta para permitir que vuelva a crecer.

5. Conservación: Después de la recolección, sacude suavemente las ramas para eliminar cualquier suciedad o insectos. Luego, ata los tallos en pequeños manojos y cuélgalos boca abajo en un área fresca, seca y bien ventilada. Una vez secas, deshoja el orégano y guárdalo en recipientes herméticos en un lugar oscuro y fresco.

Recuerda que el orégano seco conserva su sabor y aroma durante mucho tiempo, lo que te permite disfrutar de su sabor en tus platos favoritos durante todo el año. ¡Disfruta de la recolección de tu orégano y de su delicioso uso culinario!